Las cualidades más valoradas en el estudio de la magia son el linaje, el nivel de habilidad y el esfuerzo. Existió un hechicero que, pese a su profundo amor por la magia, nació siendo un plebeyo, es decir, sin el linaje ni el nivel de habilidad necesarios. Cuando muere por causas no naturales, su último pensamiento fue que desearía haber estudiado más la magia cuando tuvo la oportunidad. Entonces despierta reencarnado como Lloyd, el séptimo príncipe del Reino de Saloum, parte de un linaje mágico muy poderoso. ¡Al reencarnarse con todos sus recuerdos intactos, se dispone a disfrutar de su nueva vida aprovechando sus extraordinarias habilidades mágicas para dominar los estudios de la magia que en su anterior vida estaban fuera de su alcance!